viernes, 9 de octubre de 2015

Family trip: Suiza IV

Con este post terminamos la serie de nuestro viaje por viaje por Suiza. Ya sabéis que si tenéis cualquier duda, podéis dejármelas en el post, en la página de FB, mi cuenta de Instagram o por mail.

El quinto día el tiempo era relativamente bueno, no daban lluvias, y teníamos nubes y claros de previsión. Un día queriamos subir a lo alto, y éste fue el elegido.  Decidimos ir a Grindenwald ( aquí es donde literalmente vivía Heidi), desde ahí coger el telecabina que sube al First. Para esto había que ir preparados, arriba hace bastante más frío y aún siendo verano, la temperatura rondaba los 10 grados. Así que algo abrigados, pero no exceso porque hay caminar bastante ( 8 km en total entre la ida y la vuelta). También había que llevar el carro (el free style que nos prestaron los anfitriones de nuestra casa, y además para este camino no se puede usar otro, mochila si el niño pesa poco solamente), porque 8 km ya es mucha tela para Alex y además cuesta arriba casi toda la ida. Pero cuando llegas al destino, que era el lago Bachalpsee te das cuenta de que el trayecto ha merecido la pena (todavía quedaba volver...)









De regreso, bajando en el telecabina, paramos en la primera parada, que es Bort, en la que hay un maravilloso parque infantil, para que Alex jugase un rato y nosotros mientras disfrutamos de las vistas con un solecito que daba gusto.



Nuestro último día de excursiones lo dedicamos a la Garganta Aare, que es un lugar espectacular. También situada en Hasliberg. El agua del río ha ido tallando la roca durante milenios y puede recorrerse plenamente a través de pasarelas y pasadizos. El camino lo puedes hacer de ida y de vuelta, o solo de ida y regresar en tren. Nosotros hicimos lo segundo por no agotar a Alex. Este camino para carros es complicado al haber zona de escaleras, así lo hizo caminando.









Y después nos acercamos a ver las cuevas de San Beato. Decidimos no entrar, porque no nos cuadraban los horarios ya que las visitas son guiadas, pero solo por el entorno, merece la pena pasar por allí. Además tiene un parque infantil con un enorme dragón que hará las delicias de los más pequeños. Alex estuvo un buen rato jugando por allí.





Este día comimos en casa, y la tarde la dedicamos a pasear por el pueblo de Interlaken, llamado así porque está situado entre el lago Brienz y el Thun.




El último día lo dedicamos a regresar a Ginebra, teníamos dos horas de viaje. Dar un paseo por el lago Leman y ver su Geiser, comer unas salchichas típicas y al aeropuerto.



Un viaje inolvidable, apto para niños y familias, en los que siempre hay algo que hacer, que te hace desconectar de todo (lo siento, pero a mi tomar el sol en la playa o una hamaca, no me hace desconectar, necesito actividad y ajetreo jeje), estar en contacto con la naturaleza, vivir la vida despacio, slow, sin prisas, ver cómo viven los suizos ( muy bien, por cierto) y sobre todo "puro disfrute".... always enjoying...


2 comentarios:

  1. Espectacular tu viaje! Tomó nota de tus recomendaciones por sí algún día vamos a suiza! Saludos

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